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Mario Casado-Mancebo

Universidad Complutense de Madrid

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El ratón Arturo

Cómo citar: Casado-Mancebo, M., Polo Cano, N. y Teira Serrano, C. (2024). “Una propuesta de texto fonológicamente equilibrado: El ratón Arturo, la adaptación al español de Arthur the Rat“. Círculo de lingüística aplicada a la comunicación, 98(2024), 289-299.

Transcripción ortográfica de El ratón Arturo

Hubo una vez un joven ratón llamado Arturo que nunca se molestó en tomar decisiones. Cada vez que sus amigos le preguntaban si quería salir con ellos a la calle, él les contestaba que no sabía. No les decía que “sí” pero tampoco les decía que “no”. No aprendió a pronunciarse sobre nada de lo que le decían.

Su tía Elena le señaló “Nadie se preocupará por ti jamás si sigues siendo así. Tienes menos cerebro que las briznas de hierba”. Arturo la miró con cautela y, una vez más, se quedó callado.

Un día lluvioso los ratones escucharon fuertes ruidos en el almacén donde vivía la familia. ¿Qué estaba pasando? Todas las vigas estaban carcomidas, y finalmente una de las que colgaban se desprendió y cayó de golpe al suelo. Las paredes casi temblaron y a los ratones se les erizó el pelo del miedo. Un ratón viejo, que era el jefe de los ratones, anunció con preocupación “Este sitio ya no servirá. Mandaré a los ratones exploradores a buscar otra casa en la que vivir tranquilos”.

Tres horas después, cuatro expedicionarios volvieron con noticias: “Hemos encontrado unas casas de piedra con todo lo que necesitamos. Ahí hay espacio y comida para todas las familias, un caballo afable llamado Nelly, una vaca, una ternera y un jardín con olmos”.

Fue entonces cuando el ratón viejo miró al joven Arturo. “Vas a venir, ¿verdad?”. “No sé” suspiró Arturo una vez más, “puede que al final el techo aguante”. El ratón viejo dijo enfadado “Bien, no podemos esperar todo el día a que te decidas. ¡Media vuelta! ¡En marcha!” y, de esta forma, los ratones se fueron.

Arturo permaneció allí viendo a los otros ratones desaparecer bajo la lluvia. La idea de tener que decidir inmediatamente era demasiado para él. “Me iré a la ratonera un rato a pensar”, se dijo, “lo justo para tomar la decisión correcta”.

Esa misma noche un gran estruendo sacudió la tierra y se vino abajo todo el tejado. Al día siguiente, algunos hombres se acercaron e inspeccionaron las ruinas. Uno de ellos movió un tablero, se agachó y bajo él pudo intuir a un joven ratón tumbado de lado, casi muerto, medio dentro medio fuera de un agujero.

Transcripción fonológica de El ratón Arturo

ˈubo una ˈbeθ un ˈxoben raˈton ʝaˈmado aɾˈtuɾo ke ˈnunka se molesˈto en toˈmaɾ deθiˈsjones. ˈkada ˈbeθ ke sus aˈmigos le pɾegunˈtaban si keˈɾia saˈliɾ kon ˈeʝos a la ˈkaʝe, el les kontesˈtaba ke no saˈbia. no les deˈθia ke “ˈsi” peɾo tamˈpoko les deˈθia ke “ˈno”. no apɾenˈdjo a pɾonunˈθjaɾse sobɾe ˈnada de lo ke le deˈθian.

su ˈtia eˈlena le seɲaˈlo “ˈnadje se pɾeokupaˈɾa poɾ ti xaˈmas si ˈsiges ˈsjendo aˈsi. ˈtjenes ˈmenos θeˈɾebɾo ke las ˈbɾiθnas de ˈʝeɾba”. aɾˈtuɾo la miˈɾo kon kawˈtela i, una ˈbeθ ˈmas, se keˈdo kaˈʝado.

un ˈdia ʝuˈbjoso los raˈtones eskuˈtʃaɾon ˈfweɾtes ˈrwidos en el almaˈθen donde biˈbia la faˈmilja. ¿ ˈke esˈtaba paˈsando? ˈtodas las ˈbigas esˈtaban kaɾkoˈmidas, i finalˈmente una de las ke kolˈgaban se despɾenˈdjo i kaˈʝo de ˈgolpe al ˈswelo. las paˈɾedes ˈkasi temˈblaɾon i a los raˈtones se les eɾiˈθo el ˈpelo del ˈmjedo. un raˈton ˈbjexo, ke eɾa el ˈxefe de los raˈtones, anunˈθjo kon pɾeokupaˈθjon “este ˈsitjo ʝa no seɾbiˈɾa. mandaˈɾe a los raˈtones eksploɾaˈdoɾes a busˈkaɾ otɾa ˈkasa en la ke biˈbiɾ tɾanˈkilos”.

tɾes ˈoɾas desˈpwes, ˈkwatɾo ekspediθjoˈnaɾjos bolˈbjeɾon kon noˈtiθjas: “emos enkonˈtɾado unas ˈkasas de ˈpjedɾa kon todo lo ke neθesiˈtamos. aˈi aj esˈpaθjo i koˈmida paɾa ˈtodas las faˈmiljas, un kaˈbaʝo aˈfable ʝaˈmado ˈneʝi, una ˈbaka, una teɾˈneɾa i un xaɾˈdin kon ˈolmos”.

fwe enˈtonθes ˈkwando el raˈton ˈbjexo miˈɾo al ˈxoben aɾˈtuɾo. “bas a beˈniɾ, ¿beɾˈdad?”. “no ˈse” suspiˈɾo aɾˈtuɾo una ˈbeθ ˈmas, “ˈpwede ke al fiˈnal el ˈtetʃo aˈgwante”. el raˈton ˈbjexo ˈdixo enfaˈdado “ˈbjen, no poˈdemos espeˈɾaɾ todo el ˈdia a ke te deˈθidas. ¡ ˈmedja ˈbwelta! ¡en ˈmaɾtʃa!” i, de esta ˈfoɾma, los raˈtones se ˈfweɾon.

aɾˈtuɾo peɾmaneˈθjo aˈʝi ˈbjendo a los ˈotɾos raˈtones desapaɾeˈθeɾ ˈbaxo la ˈʝubja. la iˈdea de teˈneɾ ke deθiˈdiɾ inmedjataˈmente eɾa demaˈsjado paɾa ˈel. “me iˈɾe a la ratoˈneɾa un ˈrato a penˈsaɾ”, se ˈdixo, “lo ˈxusto paɾa toˈmaɾ la deθiˈsjon koˈrekta”.

esa ˈmisma ˈnotʃe un gɾan esˈtɾwendo sakuˈdjo la ˈtjera i se ˈbino aˈbaxo ˈtodo el teˈxado. al ˈdia siˈgjente, alˈgunos ˈombɾes se aθeɾˈkaɾon e inspekθjoˈnaɾon las ˈrwinas. uno de eʝos moˈbjo un taˈbleɾo, se agaˈtʃo i baxo ˈel ˈpudo inˈtwiɾ a un ˈxoben raˈton tumˈbado de ˈlado, kasi ˈmweɾto, medjo ˈdentɾo medjo ˈfweɾa de un aguˈxeɾo.

Cómo citar: Casado-Mancebo, M., Polo Cano, N. y Teira Serrano, C. (2024). “Una propuesta de texto fonológicamente equilibrado: El ratón Arturo, la adaptación al español de Arthur the Rat“. Círculo de lingüística aplicada a la comunicación, 98(2024), 289-299.